¿Cómo es la Vida en el Espíritu?

¿Cómo Es La Vida En El Espíritu?

A través del Espíritu Santo podemos morir a lo terrenal.

Una vez hemos entendido “Lo que Dios ha hecho por nosotros” y “las cosas que nosotros debemos de hacer”, nos damos cuenta, que solos no podemos y que necesitamos la ayuda divina para poder vivir según el deseo de Dios.

Podemos hacer morir lo terrenal:

  • Colosenses 3:5: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.”
  • Romanos 8:12-13 (dar muerte por el Espíritu): “Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa.  Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.”

Tenemos nueva vida:

  • 2 Corintios 5:17 (nueva criatura): “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!”
  • Romanos 8:11 (el Espíritu que vive en nosotros nos da vida): “Y si el Espíritu de aquel que *levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.”
  • Colosenses 2:11-12; 3:1-3 (resucitados con Cristo): “Además, en él fueron *circuncidados, no por mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo. Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo. En él también fueron resucitados mediante la fe en el poder de Dios, quien lo resucitó de entre los muertos.”

    “Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la *derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra,  pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.”

¿Cómo podemos concentrarnos en las cosas de arriba?

Para podernos concentrar en las cosas de arriba hay que fijar la mente en las cosas de arriba.

Romanos 8:5-6: “Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.”

Debemos vivir conforme a la nueva naturaleza:

  • Colosenses 3:9-10: “Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador.”
  • Romanos 8:9, 12-13 (no podemos vivir de acuerdo a la vieja naturaleza): “Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.”

    “Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa.  Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.”
  • Efesios 4:22-24: “Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos;  ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. ”

Somos guiados:

  • Gálatas 5:16-18, 24-25 (el Espíritu nos guía): “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.  Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.  Pero si los guía el Espíritu, no están bajo la ley.”

    “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos.  Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.”
  • Romanos 8:14 (somos guiados por su Espíritu): “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.”
  • San Juan 14:16; 16:13 (Jesús indicó que el Espíritu nos acompañaría y nos guiaría): “Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro *Consolador para que los acompañe siempre”“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.”

Tenemos seguridad que recibiremos la herencia:

  • Colosenses 1:12 (nuestra herencia): “dando gracias con alegría al Padre. Él los[e] ha facultado para participar de la herencia de los santos en el reino de la luz.”
  • Romanos 8:16-17 (seguros de que vamos a recibir la herencia): “El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.  Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. ”
  • 2 Corintios 5:5 (La promesa está garantizada): “Es Dios quien nos ha hecho para este fin y nos ha dado su Espíritu como garantía de sus promesas.”
  • Efesios 1:13-14 (el Espíritu garantiza nuestra herencia): “En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria.”

Nos ayuda en nuestra debilidad:

  • 1 Corintios 10:13 (fidelidad de Dios): “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. ”
  • Romanos 8:26-27 (ayuda en la debilidad): “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.  Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.”
  • 1 Corintios 2:10-12 (como el Espíritu conoce los pensamientos de Dios, es capaz de interceder por nosotros):  “Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.  

    En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.”
CategoríaDescubre Tu Identidad
EtiquetasEspíritu SantoVida de Dios
Fecha7 de Abril de 2011
AutorTony López